Criteria estudia invertir en la salida a Bolsa de Europastry como inversor de referencia (2024)

Criteria estudia invertir en la salida a Bolsa de Europastry. El fabricante de masas congeladas ha lanzado esta misma semana su debut en el parqué, con el que espera levantar unos 500 millones de euros a través de una ampliación de capital y una colocación de acciones, con una valoración de unos 1.500 millones. Según fuentes financieras, la compañía ha ofrecido al holding que pilota Isidro Fainé participar en la operación como inversor ancla, tal y como ya hizo en el debut de Puig de inicios de mayo.

Este movimiento se circunscribe en pleno viraje inversor de Criteria. La apuesta por Puig, donde tomó un 3%, ha sido la primera de una catarata de inversiones en los últimos meses, que incluyen a ACS, Colonial y Telefónica, a expensas de la solución que encuentre en Naturgy y una posible entrada también en Talgo. La firma puso esta misma semana negro sobre blanco estas nuevas aspiraciones, que comanda Ángel Simón como nuevo consejero delegado, en un nuevo plan estratégico a cinco años, que supone incrementar un 48% el valor bruto de sus activos, hasta los 40.000 millones de euros.

No obstante, Criteria aún no ha tomado una decisión sobre si entrar o no en Europastry. La compañía catalana ha llamado en las últimas semanas a la puerta del brazo financiero de la Fundación La Caixa para ofrecerles una transacción. Criteria se encuentra actualmente analizando la información obtenida y, en cualquier caso, la inversión será inferior en montante y en relevancia a la que realizó en Puig. Fuentes de Criteria y de Europastry han declinado hacer comentarios.

Europastry ha lanzado esta misma semana oficialmente la operación, con la publicación del documento conocido en el argot bursátil como ITF (intention to float o intención de cotizar). Ha comenzado las primeras reuniones con analistas e inversores, así como ha remitido el folleto a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV). El objetivo es saltar a cotizar a finales de julio, dentro de un mes. En este momento del proceso es clave contar con los llamados inversores ancla, que tomen posiciones relevantes para dar seguridad al éxito de la salida a Bolsa.

El objetivo de la compañía de los Gallés es, por un lado, garantizar la salida de uno de sus accionistas, el fondo español MCH, que tiene un 20% del capital. Además, también buscan realizar una ampliación de capital para apuntalar la senda de crecimiento que ha realizado la compañía en los últimos años. Pretende captar por este lado unos 225 millones de euros. En cualquier caso, la familia Gallés mantendrá la mayoría del capital y cotizará un porcentaje del capital superior al mínimo del 25% que la ley exige como mínimo.

JP Morgan, UBS e ING son los bancos colocadores globales de la transacción. Santander, CaixaBank, BBVA y Rabobank trabajan como bookrunners. Y Banca March, Mirabaoud y JB Capital en un tercer escalón. En la parte legal trabajan Cuatrecasas, Davis Polk, Garrigues y Linklaters.

La decisión de Europastry de lanzarse a por la salida Bolsa contrasta con la de Tendam, que ha optado por dejar su debut para después de verano, pese a que la idea inicial estaba en intentarlo a mediados de julio. En el caso de Europastry es el tercer intento de debutar en el mercado, tras las intentonas fallidas de 2007 y 2019.

Desde el anterior intento de 2019, MCH traspasó la participación en la compañía a un fondo de continuación, lo que le permite prolongar su inversión durante más tiempo del habitual para este tipo de fondos y poder abordar la desinversión y la salida a Bolsa sin prisa. En este tiempo Europastry ha aprovechado para hacer crecer su negocio. Ha adquirido la compañía rumana European Pastry, así como el negocio en masas congeladas de la estadounidense Dawn Foods. También ha adquirido las instalaciones de la marca estadounidense The Muffin Mam para contar con su cuarta planta en EE UU y ha invertido para ampliar su fábrica de Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Todo esto llevó al grupo catalán a superar los 1.100 millones en ingresos en 2022, un 30% más que los de 2021 y un 53% más que en 2018, las cuentas que esgrimió en su último asalto al parqué. El mercado ibérico supone un 56% del total, seguido del 21% del americano, el norte de Europa (12%) y el resto del mundo (11%).

La deuda de la compañía, a cierre de 2022, superaba los 600 millones. Tras la última salida a Bolsa frustrada, la empresa aprovechó para refinanciar su pasivo y ampliar los vencimientos de 2022 a 2025. En un momento de tipos de interés a cero, consiguió firmar este pasivo a un cupón ligeramente por encima del 2% y contar con 275 millones para abordar compras e impulsar el crecimiento.

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